¿Qué puedo observar en un niño autista?

CLINICA

Desde el nacimiento a los 4 meses de edad podemos observar:

• No fija la mirada en el rostro de la mamá al ser amamantado
• Trastornos de sueño con gritos nocturnos y vigilia prolongada sin reclamo
• No sonríe al ver un rostro conocido o cuando le hacen gestos
• Es indiferente al contacto físico
• Escasa expresión gestual

Desde los 4 a los 8 meses de edad:

• Tiene desinterés por los juguetes
• Toma los objetos sin mirarlos
• Aparecen balanceos (Rokin) como forma de autoestimulación
• Muestra interés por el movimiento de dedos y manos (pueden pasar largo rato mirándolas)
• No presentan la angustia del 8 mes (no se angustian cuando no ven el rostro de la mamá)
• No hay reconocimiento del otro
• Hace siempre la misma rutina
• Evita la mirada, es ausente
• No responden cuando lo llaman por su nombre
• Tienen una audición selectiva; algunas veces se tapan los oídos
• Tienen dificultad para la incorporación de alimentos sólidos
• Continúa con los trastornos de sueño
• No vocaliza, no demanda atención

Desde los 8 meses al año y medio

• Utiliza los receptores del gusto, tacto y olfato para los objetos; en detrimento de los de la visión y audición: huele los objetos
• Presenta estereotipias motrices: aleteos de brazos, movimiento de labios y lengua; marchan en punta de pie
• Muestran interés por objetos inanimados y bizarros (cartones ,desechos), y los usa no parar jugar sino para obturar el aprendizaje
• Es caprichoso con las comidas
• No imita o repite cosas de otros porque no reconocen al otro: no besa, no abraza, no busca caricias, no saluda con la mano
• Le gusta estar solo
• Sonríe en el vacío
• No señala con el dedo
• No realiza el gesto del “NO”

Desde año y medio a los tres años

• El juego que realiza con los objetos es repetitivo
• Es indiferente a su imagen en el espejo
• Presenta conductas auto agresivas: morderse, golpearse con un objeto o la pared
• No imita sonidos
• Realiza movimientos de autoestimulación como balanceos para aislarse del ambiente que lo rodea
• Utiliza la mano de otros para abrir puertas, aplaudir o hacer girar un objeto
• Lenguaje: uso de verbos en imperativo, atonal, ecolalias (repite sílabas), escucha una propaganda en la televisión y la repite.

SIGNOS DE ALERTA

• Ausencia de movimientos anticipados de brazos
• Falta de contacto con el entorno
• Ausencia de angustia ante la desaparición de la mamá y en presencia de un extraño
• Comportamiento estereotipado
• Insomnio importantes
• Rechazo absoluto del otro

Es importante diferenciar “autismo” de otras enfermedades con las que pueden confundirse y derivar en un diagnostico erróneo.

Con retardo mental:

• El niño con retraso mental presenta antecedentes de compromiso cerebral, déficit global, homogéneo y de evolución armónica
• El contacto y la respuesta afectiva a los sujetos y objetos esta conservado
• Acepta la presencia de personas, no se aísla, acepta contacto físico
• La actividad lúdica puede ser inmadura o rudimentaria pero no es ritualista
• El lenguaje es pobre pero sirve para comunicarse

Con la sordera

• Hay una historia familiar de hipoacusia
• Infección prenatal
• Prematuros
• Antecedentes de hiperbilirrubinemia del recién nacido
• Posee sonrisa social y movimiento anticipado de los brazos
• Se angustia cuando se va la mamá
• Juego simbólico
• Con reeducación aparecen palabras

Con la ceguera o disminución visual:

• Se piden estudios visuales
• Sonríe cuando le hablan aunque no tiene agudizada la audición
• Movimientos anticipados de brazos
• Juega con los objetos, los toma y experimenta con ellos

ESTUDIOS EPIDEMIOLOGICOS

• Existe una mayor incidencia en varones que en mujeres en una relación de 3/1.
• El autismo infantil afecta a uno de cada 700 niños, mientras que el síndrome del Savant, solo se han registrado 200 casos en la historia.

ETIOLOGÍA

Desconocida: los estudios con gemelos se encuentran tasas de concordancia del 36% de gemelos monocigóticos; por otro lado la incidencia de autismo en hermanos puede situarse entre un 2-6%.

Genética: todavía está en estudio, pero se sabe que se está investigando en distintos cromosomas como el 7, el 2, el 16 y el 17.

Hay quienes atribuyen causas ambientales (infecciones pre, peri y postnatales ; complicaciones obstétricas; alteración de la función inmune; administración de la vacuna triple; exposición al mercurio; opiáceos; intoxicación con plomo, fármacos; alteraciones endocrinas maternas, consumo de drogas) sin que hayan podido documentar cuáles son realmente y cómo interactúan los posibles factores ambientales sobre la susceptibilidad genética habiendo concluido que no existe evidencia de que los factores ambientales sean por sí mismos los causantes de TEA.